¿Quién Fue San Ignacio de Loyola?

Por tradición familiar San Ignacio de Loyola se dedicó a las armas en primera instancia, pero fue herido de gravedad cuando se enfrentó a los franceses en 1521 para defender Pamplona.

Debido a esa trágica experiencia, y viéndose favorecido por Dios al recibir otra oportunidad para seguir adelante con su vida, entonces decidió convertirse y algo que ayudó también a esta decisión fue sobre las lecturas religiosas que tenía cuando estaba convaleciente.

Cursó sus estudios de teología en París, con el paso del tiempo fundó la compañía de Jesús (Jesuitas), en la ciudad de Roma, en donde decidió mantenerse y realizó varias obras, formó discípulos y siempre todo en honra de Dios.

En este artículo
  1. Biografía de San Ignacio de Loyola
  2. Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola
  3. Oración de San Ignacio de Loyola
  4. Frases de San Ignacio de Loyola

Biografía de San Ignacio de Loyola

San Ignacio de Loyola
San Ignacio de Loyola

España, en el Castillo de Loyola 1491, nació Ignacio, pertenecía a una familia de nobles, fue el hijo menor de ocho, al poco tiempo perdió a sus padres, y entonces la Corte de la nobleza española se ocuparon de educarlo.

Como hemos mencionado sus primeros intereses fueron encaminados a lo militar, más cuando fue herido trágicamente, y tras haber superado dolores y tratamientos quirúrgicos, logró conservar una de las dos piernas que fueron las que sufrieron daño.

Fue en ese tiempo que la literatura que tenía disponible hacía referencia a la vida de Jesús y de diversos Santos, aunque no estaba interesado, empezó a leer y poco a poco empezó a sentir entusiasmo por la información que estaba recibiendo.

De pronto, el deseo por conocer más sobre todo lo que estaba en los libros fue intenso, y no paraba de leer y pensando que él también podría hacer lo mismo que esos Santos hacían para agradar a Dios.

Entonces sucedió que una noche se sintió consolado cuando tuvo una visión en donde vio a la Madre de Dios, rodeada por una luz brillante, que llevaba en sus brazos al mismo Jesús.

Tras ver como cada vez que pensaba en Dios se llenaba de consuelo, tomó la decisión de seguir el ejemplo de los Santos, y comenzó por hacer penitencia por todos sus pecados y entregarse por completo a Dios.

Su propósito cuando salió de Loyola, era llegar a Jerusalén peregrinando, en el trayecto se detuvo en el Santuario de Montserrat, España, en donde estaba todavía más determinado a llevar una vida llena de oración, penitencia después de una confesión, y por todo un año estuvo dentro de una cueva rezando.

Después de un período tranquilo sin prácticamente ningún movimiento, tuvo a bien comenzar a escribir sus experiencias espirituales, las cuales fueron de gran utilidad cuando publica su libro que lleva por nombre <<Ejercicios Espirituales>>.

En un gran momento de su vida, se profundizó en el gozo espiritual, y así a los 33 años de edad logró llegar a Jerusalén su propósito, cuando regresó a España, comenzó sus estudios pues se dio cuenta que, si quería ayudar a las almas perdidas, tenía que estudiar.

Muchos pecadores se convirtieron debido a sus predicaciones, y en dos ocasiones lo encarcelaron debido a sus predicaciones, recuperando su libertad rápidamente.

Estos sucesos (sufrimiento y encarcelamiento), eran considerados por él, como pruebas que le enviaba Dios para purificarlo y santificarlo.

Viajó a Francia para estudiar cuando tenía 38 años y los estudios duraron 7 años más, para mantener sus estudios pedía la ayuda a los comerciantes españoles y también a algunos de sus amigos.

En 1534, 6 estudiantes de teología, se unieron a Ignacio, pues se sentían motivados por todo lo que él les decía, y en una ceremonia sencilla hicieron voto de castidad, pobreza, y vida apostólica.

Por causas de salud, interrumpió sus estudios y retornó a España, aunque ya no se hospedó en el Castillo de Loyola, y pasaron dos años, después se reunió con sus compañeros en Venecia para viajar a Roma en donde se pusieron a las órdenes del Santo Padre, y fue ahí en donde le dieron nombre a su asociación <<Compañía de Jesús>>, entonces dos de sus compañeros fueron convertidos por Paulo III, y a Ignacio le fue encargado que predicara los Ejercicios Espirituales de su autoría, par así catequizar al pueblo, el resto de los compañeros los ayudaban.

Aprobado por el Papa Pablo III, se ordenaron como sacerdotes, y fue la noche de navidad de 1538 cuando Ignacio ofició su primera misa. La reforma religiosa que encabezó el protestante Martín de Lutero, contó con la presencia de esta compañía y el papel desempeñado fue muy importante porque contribuyó a contrarrestar los efectos de dicha reunión.

Debido a su esfuerzo y sus predicaciones, logró ganar muchas conversiones para la verdadera iglesia de Cristo. Durante su estancia en Roma, se encargó de dirigir la congregación, dedicó especial atención a la educación de los jóvenes y el clero, fundó universidades y colegios con alta calidad académica.

La felicidad de San Ignacio estaba en el trabajo por Dios, y en el sufrimiento por su causa. Tuvo una muerte repentina, en 1556 un 31 de julio, y en 1609 fue beatificado un 27 de julio por Papa Pablo V.

Y fue el Papa Gregorio XV quien en 1622 canonizó a San Ignacio de Loyola, para la iglesia católica el día de San Ignacio de Loyola es el 31 de julio.

Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola

Como ya hemos mencionado antes una de sus obras más reconocidas fue el libro que lleva por nombre Ejercicios Espirituales, en donde plasma su propia experiencia al querer convertirse por completo a la vida cristiana.

Para los principiantes en la fe cristiana, leer este libro y llevarlos a cabo, son la mejor guía que puedan conseguir para comprender de forma adecuada lo que Dios quiere, desea y elige para todos.

El mismo Ignacio cuando notaba que una persona podía ser de gran ayuda para la iglesia, le aconsejaba que estudien su libro, estaba seguro de que al realizar los ejercicios espirituales estarían aptos para que lograran la gracia de Dios para sus vidas.

Estos ejercicios son especialmente útiles para toda persona que desee descubrir su vocación cristiana, y para quienes no saben que decidir también.

Son 30 días los que dura el ejercicio de estas experiencias plasmadas en el libro, dichos ejercicios se recomienda hacerlos en silencio y siempre según la guía.

Oración de San Ignacio de Loyola

<<Santo y eminente San Ignacio de Loyola, venerado y admirado por reyes, así como méndigos, que supiste amarlos por igual medida y a quienes mostraste las virtudes de la enseñanza sagrada, intercede por mí ante nuestro Señor Jesús para el perdón de mis pecados, as que mi consciencia tenga claridad del sagrado verbo, ruego me ilumines el camino hacia la comprensión en la fe de Dios, creador único de las cosas del universo, Amén>>.

Frases de San Ignacio de Loyola

Aquí algunas de las frases más populares de San Ignacio de Loyola…

  • <<El amor se ha de poner en las obras que en las palabras>>
  • <<Poner todos los medios como si todo dependiera de uno, pero confiado totalmente en Dios, porque todo depende de Él>>
  • <<La mayoría de los hombres no sospecha de lo que Dios haría con ellos si únicamente se pusieran su servicio>>
  • <<Porque no el mucho saber harta y satisface al ánima, más el sentir y gustar de las cosas internamente>>
  • <<Debemos estar siempre dispuestos a creer que lo blanco es negro, si así lo manda la jerarquía de la Santa Madre Iglesia>>

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