Vida y Obra de San Francisco de Asís
La vida de San Francisco de Asís es una de las más reconocidas en la historia de la religión católica. Su nombre fue Giovanni di Pietro Bernardone, nacido en Italia en el 5 de julio de 1182 en la ciudad de Assisi. Fue un hombre religioso y místico, creador de la orden franciscana.
No hay ningún santo con tanta fama y reconocimiento como la obtuvo él. San Francisco de Asís se hizo conocer por su inmenso amor hacia Dios y Jesucristo.
¿Quién fue San Francisco de Asís?
Era reconocido como el pobre de Asís por su intensa dedicación con la pobreza, su amor por las aves y la naturaleza en plenitud. Todo esto manifiesta un alma pura donde Dios era su único maestro, que le dio la verdadera sabiduría de cómo actuar y servir a los demás de acuerdo a la voluntad del Señor.
Fue un gran ejemplo de vida que se alimentaba de la ideología de la fe creyente católica. Se dedicaba a predicar la palabra de Dios en la pobreza como un principio para vivir correctamente y su principal objetivo era llevar una vida sencilla basada en las creencias de los Evangelios dictados por el Señor.
Muerte de San Francisco De Asís
Tristemente San Francisco de Asís murió en octubre específicamente el día 4 de 1226.
En el año 1980 el papa Juan Pablo Segundo lo anunció como el patrón de los ecologistas. El símbolo que lo representa son el lobo, el cordero, los peces, los pájaros entre otros. El día festivo en honor a él se celebra el 4 de octubre.
Obras de San Francisco de Asís
Las obras de San Francisco de Asís ha tenido un gran renombre a nivel mundial, al transcurrir de los tiempo. Entonces es bueno mencionar un estudio sobre algunas de sus obras escritas:
Exhortación o Admoniciones:
Esta obra fue escrita en 28 capítulos donde se relata el tema importante de vivir para agradar a Dios.
El Padre Nuestro:
El fundamento de estos escritos por San Francisco de Asís explica que la oración del Padre Nuestro se debe separar en fragmentos pequeños y también realiza un método de alabar y agradecer al Señor.
El arte de la pasión de Dios:
Esta obra se trata de salmos escritos por San Francisco de Asís. La obra tiene como finalidad pronunciar los salmos empezando el viernes santo.
Estos salmos están escritos por 15 poemas de alabanza que deben ser rezados cada hora del día hasta finalizar los 15. En la actualidad no se explica la razón del por qué San Francisco de Asís redactó estos salmos, pero se reconoce que son motivo de alabar y agradar a Dios.
Así mismo es importante destacar que todas las obras de San francisco de asís, no tiene a la luz pública un libro de registros de las fechas exactas de estas obras escritas. Pero quedó de legado para llevar una vida religiosa conforme a la voluntad de Dios.
Milagros de San Francisco de Asís
En la vida de San Francisco de Asís como servidor de Dios realizó vivencias milagrosas, dentro de las más destacadas se pueden mencionar:
Obtuvo la potestad de sanar a un enfermo con lepra
En esa época San Francisco de Asís tuvo el gran gesto de limpiar la piel de un enfermo que padecía de lepra.
Por otra parte ese mismo día también oró al Señor para que destruyera al demonio que perturbaba al pobre hombre y dejará libre y en paz su alma.
La transformación de los ladrones:
En esa época existieron algunos hombres con fama de ladrones donde tenían el pecado de robar comida y bebida de la iglesia de San Francisco.
Cuando San Francisco se enteró de lo sucedido comenzó a pedir a Dios, misericordia para estos hombres. Luego a los días los ladrones tuvieron un cambio milagroso y decidieron ponerse a la orden de San Francisco y pasaron sus vidas sirviendo a los demás.
Con tan solo pasar, su sombra sanaba o liberaba a los cautivos.
También San Francisco de Asís logró realizar muchos milagros más en el transcurso de su vida religiosa donde tuvo el poder mediante la fe con la señal de la cruz de: devolver la vista a los ciegos, hacer caminar a las personas paralíticas, revivir a personas con muertes trágicas hasta expulsar muchos demonios.
Oración de san francisco de asís
La Oración de san francisco de asís se relacionaba con la paz, San Juan Pablo II la expresó frente a los representantes de las Iglesias Cristianas y las religiones del mundo cuando se reunió con todos ellos para rezar por la paz en 1986.
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Amén.
Animales de San Francisco de Asís
Se dice mucho de las anécdotas que se cuenta sobre el enlace y el extraordinario poder que tenía con los animales. Supuestamente se dice de la historia, que todos los animales lo escuchaban y obedecían sus órdenes.
Entre algunas de esas anécdotas están:
Conexión con las aves:
San Francisco de Asís sentía mucho amor por los animales porque reconocía que también eran parte de la creación de Dios. Cuando San Francisco realizaba su trabajo de predicar, las aves no se retiraban hasta que les diera su bendición.
Muchas veces las aves cuando notaban la presencia de este santo se ordenaban en grupo para formar la cruz en las nubes en honor a él.
Testimonio con un lobo agresivo:
Existía un lobo salvaje que habitaba cerca donde viva San Francisco, que llenaba de terror a las personas y era tan agresivo que mataba a los animales aunque podría ser parte de su instinto animal.
Cuando San Francisco decidió ir a buscar al lobo y hablar con él, en presencia de un grupo de personas, el lobo se dio cuenta se puso en posición para atacarlo, sin embargo San Francisco comenzó a rezar y le hizo la señal de la cruz. Por lo tanto san francisco se acercó al lobo y le ordenó en nombre de Jesucristo que no le hiciera daño a nadie.
El lobo se amansó y se acercó a San Francisco. Luego de lo sucedido san francisco le ofreció que las personas del pueblo lo alimentarán a cambio de su pacto de no atacar a los animales y a las personas. El lobo reaccionó de manera milagrosa y le dio la mano al santo para sellar el pacto.
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