¿Qué es la Santidad Según la Biblia?

Es la cualidad divina de ser puro, limpio, que se aparta del pecado, de lo malo, de ser contaminado. Hablamos por supuesto de Dios.

El hombre y todas las cosas son apartadas del pecado y de la inmundicia para Él, mediante la santidad.

Cuando se cambia por ejemplo de una religión a otra estamos hablando de una conversión, pero si hablamos de una transformación entonces hablamos de una santidad.

¿Qué es la Santidad de Dios?

La santidad para todo creyente es importante y por eso tratar de entenderla es bueno para todos.

Podemos decir que Dios es moralmente perfecto, aunque la santidad del mismo va mucho más allá de este pequeño concepto.

Las habilidades de Dios, lo hacen ser único, y eso es justamente lo que quiere decir ser santo, posee habilidades que ningún ser humano puede igualar.

Dios es santo, es puro, es limpio en todos los aspectos y él puede hacer que el hombre sea limpio también, desde luego siguiendo las doctrinas de Jesús, quien también es un santo.

Cuando Jesús pasó por la tierra, con solo tocar a las personas, les transmitía su pureza, los limpiaba de todo pecado, de toda enfermedad, no los hacía santos, pero si los purificaba.

En el libro del Apocalipsis se habla de la santidad de Dios que se verá reflejada con un mundo entero renovado, la tierra será el templo de Dios, todas las impurezas serán eliminadas y todo tendrá vida renovada.

5 Ejemplos de Santidad

Para entrar en el camino a la santidad, el ser humano debe separar su camino del mundo común y su basura, consagrándose a lo que es divino, siendo puro, siendo limpio.

Aquí algunos ejemplos de santidad…

1.- Noe

Noé, el hombre justo que no fue castigado, era obediente al Señor, Vivía en una forma distinta a la del resto del mundo, sabía que tenía que apartarse de los pecados y de todo lo malo, estuvo anunciando el diluvio por 120 años, con el fin de que la gente buscara el perdón por medio del arrepentimiento.

Un buen cristiano como Noé, se preocupa no solo por sí mismo, sino por la salvación de los demás, convirtiéndose en un pregonero de justicia, él es un buen ejemplo de lo que es la santidad.

2.- Lot

No era malo, sin embargo, estaba rodeado de la maldad, era justo y recto, ¿cómo hacía para mantenerse alejado de tanta maldad?, porque la maldad era algo que causaba en él aflicción, fatiga, tormento.

Si sentimos repugnancia por el pecado estaremos separandonos de él, la primera vez que se comete pecado la persona se preocupa un poco, pero conforme pasa el tiempo, las personas se van acostumbrando a, de manera que se acepta como algo “normal”.

Los pecados a los que nos enfrentamos como seres humanos son: adulterio, prostitución, inmoralidad, vicios, etc.

Es importante mantener una actitud como la de Lot, donde el pecado nos fastidie, nos canse, a tal grado que sintamos repugnancia.

3.- Jesús

No hay mejor ejemplo que el del mismo Jesús, en la Biblia nos explican que jamás cometió pecado alguno mientras estuvo aquí en la tierra. Por lo que es en un sentido absoluto, un santo, vivió en el mundo, pero no era de él, vivió en la tierra, pero sin maldad, a pesar de convivir con publicanos y pecadores no formó hábitos de pecado.

Gracias a sus palabras es que hemos sido santificados.

4.- Daniel

Era un noble de Israel, que ni siquiera tenía la apariencia, sabio, y con buen entendimiento. Quien decidió no contaminarse con los alimentos que su rey comía.

Lo que logró mediante la oración y gracia del Señor, y en compañía de su equipo oraba.

Daniel estaba en la mira del rey Nabucodonosor, y un día tuvo un sueño del cual deseaba saber qué significaba pues se sentía perturbado.

Nadie (magos, astrólogos, encantadores) pudo revelar lo que significaba el sueño, se molestó que mandó matarlos a todos ellos.

Entonces, Dios le reveló a Daniel el significado del sueño, para que así le revelase de igual forma el poder de Él, la profecía revelada fue la de los 4 imperios que sucederían hasta que llegara el Mesías.

Dios revelo a Daniel estas profecías por que era limpio, no se contaminó de la comida del rey y se mantuvo lejos del pecado y apartado para Él.

5.- Rita de Casia

Una mujer religiosa que estaba casada con un ser muy violento, a quien pacientemente tolero y además reconcilió con Dios, cuando su marido fallece y sus hijos, ella ingresa a la orden de San Agustín en Casia, Italia. Dando ejemplo de una paciencia sublime y compasión.

¿Qué es Vivir en Santidad?

La respuesta es de lo más sencilla en teoría, obedecer totalmente su palabra, lamentablemente en la práctica las cosas cambian mucho.

Podemos tener todo el conocimiento sobre cómo vivir en santidad, pero si no hay un compromiso para darle cumplimiento entonces no sirve de nada.

Si puedes negarte a sí mismo y apartarte para Dios es muy probables que logres la santidad. Dejarse guiar por Dios es lo ideal para mantener la santidad.

Podemos ayudarte con algunas pautas a cumplir en el camino a la santidad, no obstante, insistimos, si no pones en práctica lo aprendido, no servirá de mucho.

Primero y ante todo debemos ser obedientes a los preceptos bíblicos, practicar el ayuno, tener conocimiento sobre el poder de orar, aprender a perdonar, alejarnos del pecado, ser justos, olvidar la satisfacción de los deseos carnales.

Si quieres vivir en santidad, no hay sacrificios, porque se hace bajo plena consciencia de ser santo tal como Dios lo mandó.

Llamados a la Santidad

Absolutamente todos somos llamados a la santidad, el propio Santo Juan Pablo II, descubre lo que llamó, la llamada universal a la santidad.

En otras palabras, que toda persona creyente, de cualquier condición y clase, han sido llamados a la santidad, para gozar de la plenitud de la vida cristiana.

Versículos de Santidad

“El fundamento de Dios es firme, manteniendo el sello: El Señor conoce a los que son suyos, Apartaos de toda iniquidad, todo el que invoca el nombre de Jesús”

“Almas adulteradas, ¿acaso no saben que el que está en amistad con el mundo, está en enemistad con Dios?, el que quiere ser amigo del mundo, se promulga enemigo de Dios”

“Aquel que los llamó es Santo, sean también ustedes santos en toda su forma de vivir, porque está escrito: sean santos, pues yo soy santo”

“Fuimos salvados y llamados a tener una vida santa, no por nuestras obras, sino por su determinación, nos fue concedido el favor mediante Jesús mucho antes del inicio del tiempo”

“Su actitud debe ser igual a la de Jesús”

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